Descartan impacto ambiental tras ataque planta nuclear iraní
Algunas informaciones vertidas en las redes sociales señalan que las explosiones a la planta nuclear de irán por parte de Israel, este viernes 13 de junio de 2025, en horas de la madrugada (hora local) podrían tener impactos ambientales y por ende nocivos para las personas, pero en el rastreo que hemos hecho sobre el tema no hay evidencias de fuentes oficiales que confirmen estos daños colaterales.
Basados en los reportes relacionados con el ataque israelí a la planta de enriquecimiento de uranio en Natanz, puede señalarse un breve un análisis del impacto ambiental potencial, considerando la información proporcionada y el contexto de un ataque a una instalación nuclear.
Según los reportes, la planta de Natanz sufrió daños, principalmente superficiales, según la Organización de Energía Atómica de Irán (OEAI). Algunas fuentes mencionan contaminación radiactiva en el reactor de Natanz, pero el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ha confirmado que no se detectaron aumentos significativos en los niveles de radiación ni fugas de sustancias peligrosas.
Los organismos descartan contaminación ambiental, dado que, la Natanz es una instalación subterránea diseñada para resistir ataques, con centrifugadoras para enriquecer uranio. Los daños reportados se limitaron a áreas superficiales, sin afectar reactores nucleares principales ni instalaciones críticas como Fordow o Bushehr.
Dado que no se reportó una explosión nuclear (como la de un reactor o una bomba), sino un ataque convencional con bombas antibúnker, el impacto ambiental dependería de la naturaleza de los daños. El OIEA y las autoridades iraníes indicaron que no hubo fugas radiactivas significativas ni aumento en los niveles de radiación tras el ataque.
Si las centrifugadoras o almacenes de uranio enriquecido hubieran sido destruidos, podría haber liberado hexafluoruro de uranio (UF6), un gas radiactivo y químicamente tóxico. La falta de reportes de fugas sugiere que las áreas críticas subterráneas no fueron severamente comprometidas.
Sin fugas confirmadas, el riesgo de contaminación radiactiva en suelos, agua o aire parece mínimo. Sin embargo, las afirmaciones de «contaminación radiactiva» en algunos posts de X no están respaldadas por el OIEA, lo que sugiere que podrían ser exageraciones o desinformación.
Las instalaciones de enriquecimiento como Natanz utilizan productos químicos corrosivos (como ácido fluorhídrico) para procesar uranio. Un ataque podría haber liberado estos compuestos, contaminando suelos o fuentes de agua cercanas.
Dado que los daños fueron superficiales y no se reportaron derrames químicos, el impacto en el ecosistema local (ríos o tierras agrícolas en la provincia de Isfahán) sería limitado. Sin embargo, la falta de inspecciones detalladas post-ataque deja incertidumbre.
Imágenes de la televisión iraní mostraron humo saliendo de Natanz, lo que indica incendios o explosiones en estructuras superficiales. Esto podría haber liberado partículas contaminantes (metales pesados, cenizas) al aire, afectando la calidad del aire local.

 
			

