«Esto va para largo»: venezolanos apagan generadores eléctricos por falta de gasolina
MARACAIBO, VENEZUELA —
Solo las luces de teléfonos celulares iluminan cada noche la casa de María Hernández, una venezolana de 49 años, cuando ocurren cortes eléctricos por racionamiento en su ciudad en plena cuarentena de la COVID-19.
En la oscurana, juega a las cartas con Leonardo, su esposo, sus dos hijos y su madre. Otras veces, simplemente conversan, a la espera de que el servicio se reanude.
Hace un mes, su familia paliaba los frecuentes apagones de su ciudad al encender la planta generadora, de 8.000 vatios, que importaron el año pasado desde Estados Unidos por 850 dólares.
“Prendíamos dos aires acondicionados, dos neveras, las luces de la casa, los televisores”, describe en conversación con la Voz de América.
Pero hoy, una sábana, blanca y polvorienta, recubre la planta en su garaje. No la han encendido desde que inició en marzo la cuarentena social en Venezuela por el nuevo coronavirus.
El equipo utiliza 26 litros de gasolina por cada ocho horas de operación. Y, ahora, con el combustible críticamente escaso en toda Venezuela, no tienen cómo encenderla.
Los Hernández, acotan, tampoco pueden comprar la gasolina de contrabando que se encuentra en sectores populares de Maracaibo -y el país- por dos o tres dólares cada litro.
“Se llenaba el tanque de la planta con cinco dólares, pero ahorita se necesitan 30 dólares o más. ¿Cómo afronta uno ese gasto diario con la gasolina? Estamos parados, sin producir”, dice María, acompañada de Leonardo, su esposo, vendedor de seguros.
Esta familia se rehúsa a utilizar la modalidad a gas de la planta. Lo consideran “delicado”, riesgoso, en una ciudad donde ese servicio es inestable.
María, rodeada de su familia, admite que se sienten frustrados por no poder utilizar una planta que tanto dinero les costó y tanto beneficio les trajo.
“Nos da rabia, pero no podemos volvernos locos y esto va para largo”, comparte, a propósito de los cada vez más frecuentes cortes eléctricos que ocurren en su ciudad.