John Feeley habló sobre lo que se espera si gana Tump o Harris
John Feeley se desempeñó como embajador en Panamá, fue jefe adjunto de misión y encargado de negocios en la Ciudad de México, y secretario adjunto principal de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental.
Feeley fue director ejecutivo del Centro para la Integridad de los Medios de Comunicación de las Américas (CMIA) y un ex embajador de los Estados Unidos dedicado a promover un mayor entendimiento mutuo entre los Estados Unidos y América Latina y el Caribe habló sobre las elecciones de mañana martes en la nación norteña.
Dice que si gana Donald Trump, El Salvador y la región entera pueden esperar una política exterior basada en transacciones. Algo así como: «te doy esto, tú me das eso».
Añade que no habrá una política para apoyar ni tendencias de gobierno, ni tratados de libre comercio, ni derechos humanos, porque Donald Trump no verá la región como una región, sino como oportunidades para cosechar en beneficio de sus intereses y los de su política de «America First».
Señala que es razonable esperar que en un gobierno Trump 2.0 sus asesores tendrán una óptica hacia la región que pasa por la Habana y Caracas. “Parece que Trump está harto de intentar políticas de cambio de régimen suave, habiendo dicho que él puede negociar con Maduro” y que “a lo mejor se muda a Caracas porque es más seguro que las ciudades de los Estados Unidos”.
En cambio, si gana Kamala Harris, indica que El Salvador y la región pueden esperar un continuismo de las políticas actuales, con algunos matices. “Creo que el tema de la migración será más coherente y, dependiendo de cómo vayan las elecciones en el Senado y en la Cámara, podría haber otro esfuerzo para lograr una ley de migración, como intentaron el año pasado”, indica.
Indica que si gana Harris, habrá promoción de la democracia y de los derechos humanos, y cree que se implementará una política migratoria más holística, basada en un equilibrio entre las necesidades del pueblo estadounidense, como la importación de mano de obra, y el respeto por los tratados internacionales, especialmente aquellos sobre refugiados.
Indica que a Trump no le gustan los tratados de libre comercio, ya que considera que los países extranjeros se aprovechan del mercado estadounidense. “Él ha mencionado la posibilidad de imponer una tarifa global del 10% sobre todas las importaciones a Estados Unidos, lo cual afectaría negativamente a El Salvador”, apunta.
Respecto a la política comercial de Kamala Harris, cree que se verá un continuismo, quizás con un enfoque más detallado en los derechos laborales, dado que ella contaría con el apoyo de los sindicatos en Estados Unidos.
Dice que, además, habría un énfasis en los aspectos ambientales dentro del Tratado CAFTA, ya que Harris ha apoyado firmemente la causa ambiental tanto como senadora como vicepresidenta. “No veo intención alguna de acabar con el CAFTA bajo un gobierno de Harris; más bien, ella continuaría su labor como vicepresidenta al dirigir inversión extranjera hacia Centroamérica para mitigar las causas de la emigración hacia Estados Unidos”, indica.
Sobre Honduras, tiene la esperanza de que un gobierno de Harris pueda fortalecer la diplomacia y acercarnos más, siempre y cuando se respete no solo la soberanía de los hondureños, sino también que el gobierno de Xiomara Castro reconozca que sus intereses están mucho más alineados con el mercado y la democracia estadounidense que con los líderes de izquierda en Nicaragua, Venezuela y Cuba.