Ley de Aguas debe evitar contaminación de cuencas hidrográficas por minerías
Representantes de la Mesa Frente a la Minería Metálica, dijeron este miércoles, que para que la Ley de Aguas, garantice el derecho humano al agua y cumpla con los cinco puntos no negociables que el movimiento social ambiental ha planteado en diferentes ocasiones, es necesario que el Estado salvadoreño, resuelva con prontitud la contaminación de las cuencas hidrográficas por causa de las minas en estado de abandono localizadas en los departamentos de San Miguel, Morazán y La Unión, enfatizaron.
Agregan que las minerías en abandono que selan, son suficientes para envenenar el agua y los alimentos de una zona territorial muy extensa y habitada.
La contaminación amenaza con terminar impactando negativamente en el Río Lempa,columna vertebral para el desarrollo económico y social de El Salvador.
Señalan que, si una de las definiciones incorporadas al articulado de la Ley de Recursos Hídricos, por parte de los diputados de la Comisión Ad Hoc de la Asamblea Legislativa, es sobre las cuencas hidrográficas, debe haber coherencia con los hechos y voluntad política para frenar la contaminación de los ríos con drenaje ácido de minas.
Los dirigentes ambientalistas, enfatizan que el gobierno salvadoreño debe implementar la Ley de Prohibición de la Minería Metálica.
Recuerdan que, hace más de cuatro años la Asamblea Legislativa, prohibió la minería metálica en el país, sin que hasta la fecha las autoridades correspondientes cumplan con los Artículos 2 y 6, relacionados a la prohibición de la minería artesanal, el cierre técnico de los quince pasivos mineros y la realización urgente de procesos de remediación ambiental en las comunidades, que siguen siendo afectadas por las actividades extractivas de minería metálica realizadas en el pasado.
“Como Mesa Nacional frente a la Minería Metálica – MNFM hemos insistido durante años en la implementación de esta legislación, aportando información técnica para que desde el Estado se actué en defensa de nuestra agua, sin que hasta la fecha se conozcan acciones y planes adecuados para cumplir con la normativa legal aprobada en marzo de 2017″, manifestaron
Dijeron que mientras los Ministerios de Medio Ambiente y Recursos Naturales, y el Ministerio de Economía, no cumplan lo que mandata la Ley de Prohibición, la contaminación del agua y del territorio seguirá avanzando, y la Ley de Aguas podría convertirse en una legislación más, que no responderá a las realidades de la población salvadoreña.
Incluso, dicen, el contenido de la ley podría resultar contradictorio, pues el propósito de la Ley de Aguas, debería orientarse a evitar que se continué la explotación de los bienes naturales, que las empresas no sigan contaminando las aguas y atender también la problemática de contaminación
“Desde hace más de una década, las comunidades afectadas por la minería metálica en la zona norte del país, las iglesias y las organizaciones que integramos la Mesa Nacional frente a la Minería Metálica, han denunciado ante los gobiernos de turno la amenaza que representa la mina San Sebastián, la cual fue abandonada por la transnacional estadounidense Commerce Group hace varios años, sin asumir responsabilidades por la contaminación con drenaje ácido de minas al río San Sebastián”, subrayan.
Las comunidades que ahí habitan anhelan tener acceso a agua de calidad y en cantidad suficiente, un derecho humano que sigue vulnerándose en la actualidad y que más allá de las publicaciones en redes sociales que hiciera en su momento el ahora ex Presidente de ANDA y ex Comisionado Presidencial del Agua, no se tiene información suficiente del proceso de introducción de agua potable en esta comunidad, y acerca del tratamiento a las aguas del río San Sebastián, para el cual la Asamblea Legislativa aprobó para este año un mínimo de presupuesto.
Estudios realizados por la MNFM lograron comprobar que la contaminación de los ríos avanza y que la mina San Sebastián, ubicada en Santa Rosa de Lima, La Unión continúa descargando drenaje ácido de minas afectando la calidad del agua y los sedimentos de los ríos, también se ha determinado que los desechos de estas minas abandonadas están contaminando los suelos utilizados para la agricultura y alimento del ganado. Además de la mina de Santa Rosa de Lima, existen otras que también son una amenaza para el agua, como el caso de la mina El Divisadero, ubicada en el municipio del mismo nombre en Morazán.
La prohibición de la exploración y explotación de minería metálica en El Salvador, en todas sus modalidades fue una decisión acertada y demandada por las comunidades afectadas por las actividades extractivas durante 12 años de lucha social, de no haberse prohibido esta industria la crisis por el agua fuera hoy en día, mucho más grave de lo que ya es en la actualidad. La Mesa Nacional frente a la Minería Metálica en El Salvador, ha alertado a los distintos gobiernos que la mina San Sebastián es la amenaza más grave para el agua, también es necesario reiterar que no es la única mina abandonada que está contaminando los ríos. Hace 2 años la MNFM reveló tras un estudio técnico que existen al menos 6 minas abandonadas que tienen una alta probabilidad de generar drenaje ácido de minas y contaminar aún más el agua. Se tratan de las minas: El Divisadero, Montecristo, Los Encuentros y Barrios ubicadas en el departamento de Morazán; La Lola, Las Piñas o Tepeyac en el departamento de La Unión.
Por lo anterior, es que esta Mesa sigue insistiendo y llamando al Estado salvadoreño, a los gobiernos de turno en que debe implementarse la Ley de Prohibición de la Minería Metálica para proteger el agua de la contaminación emanada de estas minas. El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales en coordinación con el Ministerio de Economía, deben incluir en sus proyectos de presupuesto para el año 2,022 una asignación económica mayor e implementar planes de cierres técnicos y de remediación acordes a la situación de cada mina o pasivo minero y de acceso público para la población.