Soberanía alimentaria desde la Agroecología, impulsada por mujeres ahuachapanecas y la UNES
Mujeres del diferentes zonas del departamento de Ahuachapán, con el apoyo de la Unidad Ecológica Salvadoreña, UNES, implementan los huertos caseros para contribuir a la soberanía alimentaria de sus respectivas familias y los habitantes del lugar.
Aseguran que los cambios generados por el mal manejo de la naturaleza y el clima aumentan la desigualdad alimentaria, según expertos ecologistas y ante ello, las mujeres han puesto en marcha el proyecto para solventar la crisis alimentaria del lugar..
Desde hace algún tiempo en el departamento de Ahuachapán, han surgido liderazgos de mujeres que implementan técnicas agroecológicas que benefician al medio ambiente y tienen beneficio económico directo para sus familias.
Los huertos caseros, dicen, ha cambiado la vida de de muchas personas, como el caso de la señora Mirna Pérez, quien ha diversificado su huerto para asegurar beneficien al medio ambiente y a los sistemas de vida de la comunidad.
“Aquí en el Zarzal en Guaymango somos 34 mujeres que estamos trabajando con la agroecología de la mano, tenemos muchas verduras y como todo es natural la tierra se vuelve más fértil” manifestó la señora Mirna Pérez, mientras mostraba algunos de sus cultivos.
Además del huerto casero, la señora Pérez, administra una granja de pollos y gallinas, la cual, además de ser una fuente alimenticia para su familia y la comunidad, los desechos de la granja sirven como abono orgánico para los cultivos
La agricultura es una actividad que presenta una alta vulnerabilidad frente al cambio climático que depende directamente de las condiciones ambientales (FAO, 2016), estimando diversos impactos en la sociedad principalmente de sectores que dependen de este rubro. Una de las soluciones es cambiar la forma de cultivo por medio de procesos 100% orgánicos.
En el departamento de Ahuachapán, las mujeres junto al apoyo de la Unidad Ecológica Salvadoreña (UNES) han comenzando a generar una economía solidaria y una soberanía de alimentos libres de agrotóxicos, generando un estado de salud favorable para las comunidades.
Por otro lado, las mujeres Ahuachapanecas, monitorean el clima por medio de pluviómetros que son instrumentos científicos para medir la cantidad de las aguas lluvias de la zona.
Con ellos, miden las precipitaciones atmosféricas y verificar el momento más adecuado para cultivar.
La señora Sara Guardado de la Asociación de mujeres La Colmena, explicó que, en Ahuachapán, existe una empatía por el cuido ambiental y eso genera un acercamiento con las mujeres a seguir avanzando en procesos agroecológicos.
“Son más mujeres, las que están asumiendo responsabilidad en el cuido ambiental, por medio del monitoreo climático y de la elaboración de productos orgánicos” manifestó la lideresa.
Las mujeres siguen insistiendo y resistiendo con huertos que solventa algunas necesidades básicas en sus hogares y a su vez incentivan a otras mujeres en generar una economía solidaria por medio de estos procesos, que llevan a cabo junto a los técnicos y técnicas territoriales de la UNES.